Para todas aquellas que piensan que es necesario ir al gym y realizar largas rutinas de ejercicios para tonificar el cuerpo y perder calorías, ¡buenas noticias! Apenas terminen de leer esta nota podrán lograr los mismos resultados sin moverse de sus casas, sin pagar sumas exorbitantes y en poco tiempo.

¿Cómo? Muy simple, saltando la soga. Sí, el juego que tantas alegrías nos diera en nuestra infancia quema hasta 10 calorías por minuto, lo que lo hace el ejercicio perfecto para quienes tienen una agenda apretada.

 

– Es uno de los ejercicios cardio más completos, pues involucra muchos músculos, ayuda a armar brazos más fuertes, mejora pantorrillas, reduce el abdomen y define los glúteos, logrando un cuerpo tonificado.

– Otra ventaja de este ejercicio cardiovascular es que se puede hacer en cualquier parte y a toda hora. Se puede realizar en un parque, en la oficina, en la comodidad de tu casa, hasta en un viaje de negocios. Lo único que se necesita es una cuerda para saltar y un poco de espacio.

– Saltar durante 30 minutos la soga puede llegar a quemar aproximadamente 330 calorías. Correr durante el mismo tiempo a una velocidad de 10 kilómetros por hora te hará quemar aproximadamente 270 calorías. Aunque no parezca mucho, lo es.

– Se puede saltar de muchas maneras, con una pierna sola, con las dos, cruzadas, hacer saltos largos y hacer saltos cortos, girar hacia un lado y hacia el otro. Todos estos diferentes estilos tonificarán y entrenarán diferentes sectores del cuerpo, sobre todo piernas, abdomen y brazos. De esta manera, se puede hacer un ejercicio mucho más completo y variado con un solo objeto.

¿Cómo hacerlo?

Para hacerlo en forma correcta, lo más importante será la técnica, hay que estar conscientes de la postura y no perder la forma. Algunas claves para conseguirlo son:

– mantener la cabeza recta con la mirada al frente

– mantener los codos cerca del cuerpo, girar sólo las muñecas y no los brazos

– tener las rodillas un poco flexionadas con el torso recto

– usar las puntas de los pies para saltar y no dejar que los talones toquen el piso pero, sobre todo, contraer el abdomen para proteger la espalda y rodillas.

¡Se acabaron las excusas, a buscar la soga  y a saltar se ha dicho!

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