INSISTIR

Cuando en una pareja uno le insiste al otro y lo presiona, esa relación se termina quebrando. Porque cuando más insiste uno, más huye el otro.

Es el juego del gato y el ratón. “Tenemos que cambiar la lamparita … ¿cuándo la vas a cambiar?… ¿vas a cambiar la lamparita?”, insiste ella y él sale corriendo. Nunca hay que presionar a la pareja, ni a los hijos. Cuanto más le dice una mama a su hijo que estudie ¡menos va a estudiar!

Hay parejas que se separan y el hombre lleva a la mujer flores que ella rechaza. ¿Por qué rechaza un regalo? Porque no lo vive como un acto de amor, sino como un acto de presión. No presiones a tu pareja, pedile algo una o dos veces y eso es suficiente. Es necesario aplicar la técnica de las arenas movedizas. Cuando uno se cae en arenas movedizas, tiene que hacer la plancha porque cuanto más patalea, más se hunde. Cuanto más lo/la Presiones, más lo/la alejarás. El tiempo utilizado para presionar al otro hay que emplearlo en crecer.

PENSAR: “SIN TU AMOR NO VIVIRÉ”

Todos podemos vivir sin nadie. Cuando nos volvemos dependientes, eso no es pareja. Si vos le pedís a tu pareja que te valore, primero necesitás valorarte vos mismo. Porque cuando te des lo que pedís, ya no se lo vas a pedir a nadie como dependiente. Ahora, si tu pareja te valora, lo vas a disfrutar desde el lugar de estar completo porque ya to diste a vos mismo. Siempre antes de pedirle algo al otro, deberíamos dárnoslo a nosotros mismos. De esta manera, evitamos caer en la codependencia.

Todo lo que nos acostumbramos a hacer por nosotros mismos, es decir ser independientes, después podemos recibirlo de parte de otros y disfrutarlo. Pero la dependencia nunca es pareja.

AMAR DESDE UNO

Cada ser humano tiene un lenguaje de amor. Por ejemplo, para mí el amor son peras pero para mi pareja son manzanas. Entonces, por más que yo le dé a ella siete cajones de peras, no se sentirá amada. Porque para ella el amor son manzanas y para mí el amor son peras. Tenemos que amar de acuerdo al lenguaje del otro. Si al otro le gustan las peras ¡no le des manzanas, dale peras! En la pareja es fundamental aprender lo que significa el amor para quien está a nuestro lado.

SER NOSTALGICOS

“Quiero que volvamos a ser la pareja que éramos antes”, dicen algunos. Pero esto es imposible porque el pasado ya se fue. Esa etapa no existe más. Uno quiere volver a ser la pareja que ya se fue porque idealiza el pasado.

La nostalgia funciona  así: como me siento estresado en el presente, busco algo de mi pasado, lo recorto y lo amplifico. Digo: “Qué lindo que era” porque me siento estresado en el presente y no veo posibilidades en el futuro.

Cuando nos sentimos tranquilos y plenos en el presente, y creemos que lo que viene será mejor, no idealizamos el pasado ni vivimos de nostalgias. A muchos se les cae un lagrimón cuando en los soldaditos con los que jugaban de chicos. Pero los jóvenes de hoy en día están todo el día con el celular y la computadora.

Nosotros jugábamos a las bolitas, a los soldaditos y a las muñecas porque en esa época no existía la tecnología actual. Es decir, por la decisión de emocionarnos. No son las cosas las que nos hacen felices, sino la decisión de ser felices con lo que tenemos.

Comencemos por tomar la decisión de ser felices con nosotros mismos primero y luego con una pareja, y los cambios en la relación nos sorprenderán.

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