Estas son las características de los hombres que nunca serán los indicados pero que siempre nos van a encantar. ¡Están advertidas!
En la vida hay diferentes tipos de adicciones: al cigarrillo, al alcohol, a las drogas, a las compras, a la comida… pero hay una por la que el 99,9% de las mujeres pasamos y muy pocas veces nos recuperamos: la adicción al hombre histérico ( poner el HDP me pareció muy fuerte pero estoy segura que todas entenderán al tipo de hombre al que me refiero) o “Bad Boy addiction”.
Nosotras somos las únicas capaces de tropezar no dos sino mil veces con la misma piedra. Nos gusta sufrir, llorar, patalear. Somos hijas del rigor y nos cuesta dejar de serlo.
Cuando un “hombre histérico” aparece en nuestras vidas no sólo que no nos alejamos sino que lo buscamos. Somos como luciérnagas atraídas por la luz, hipnotizadas por esa extraña particularidad que estos seductores hombres poseen y que nos es imposible resistir.
Lo confieso: “SOY UNA ADICTA A LOS HOMBRES HISTÉRICOS”, y llevo exactamente cero días con cero minutos y cero segundos sin probar esta droga. Es más, si hubiera un centro de rehabilitación para este mal varias hubieran sido mis visitas y mis recaídas.
Pero ¿por qué? ¿Qué tienen estos hombres que nos hacen perder la cordura?¿Son de otro planeta, tienen superpoderes? Por este motivo me puse a analizar a todos los histéricos que han pasado por mi vida y llegué a una conclusión: puede que cambie el color de pelo, de ojos, el tamaño, la altura, etc, pero hay ciertas características que todos, absolutamente todos, tienen en común:
– Tienen mucha confianza
Al parecer, este tipo de hombres resultan más atractivos y deseados por la gran carga de confianza que tienen en sí mismos. Parece que pueden llevarse el mundo por delante, incluyendo a las mujeres, por supuesto.
– Son ciclotímicos
Un día te aman, al otro te odian, te llaman mil veces en una tarde y después no aparecen en un mes, una noche sos su princesa y a la otra ni te conoce. Todo eso hace de este hombre rebelde el rey de la incertidumbre. Esa falta de seguridad, de no saber qué esperar, es algo que lamentablemente nos encanta.
– Son indiferentes
Los chicos rebeldes son completamente indiferentes a toda cosa que no se encuentre relacionada con ellos. Suelen prestar poca atención e incluso hasta ignorar a la mujer que tienen al lado. Según la neuropsicóloga Louann Brizendine, autora de “La mente masculina” y “La mente femenina”, mientras menos nos sonríe un hombre, más deseamos estar con él. “Nuestras mentes están preparadas para responder a los gestos de los demás y cuando vemos una reacción positiva, la hormona de la felicidad (dopamina) se relaja. Pero cuando no recibimos eso, la dopamina explosiona y crea tensión, por lo que nos esforzamos más para conseguir sentirnos bien. Cuando finalmente logras sacarle una sonrisa al “hombre malo”, te sientes diez veces mejor que si él te hubiera sonreído de inmediato.”
– Son un desafío
Para nosotras la palabra imposible no existe. Cuanto más inalcanzable es algo, más pasión ponemos en el empeño de conseguirlo. Los retos nos hacen a veces obsesivas.
– Son emocionantes
Lo arriesgado siempre atrae, ¿verdad? Lo cierto es que salir con un ‘hombre malo’ puede resultar una situación de lo más emocionante para ciertas mujeres.
– Son misteriosos
Christian Grey nos demostró que el misterio es imposible de resistir. Al parecer, entre más misterioso es un hombre, más atractivo resulta.
– Son muy masculinos
Generalmente los chicos malos suelen ser bien masculinos y logran captar la atención de cualquier mujer sin ningún problema. Puede que sean masculinos en su forma de vestir o quizás simplemente en su actitud ¡pero lo son al fin y al cabo!
– Tienen un sexy mal humor
Indiferentes, toscos, cortantes, delirantes, pero irresistibles. El hombre malo puede llegar a altos grados de idiotez que si otra persona la tuviera no duraríamos ni un minuto en mandarlo a volar, sin embargo, por una extraña razón se lo toleramos.
– Nos gusta sufrir
Por último, hay una verdad universal y es que, como dije anteriormente, a todas nos gusta sufrir. No tratemos de desmentirlo porque no hay caso. Tenemos esa extraña afición masoquista de que cuanto más nos duela, mejor. Mientras más lágrimas nos provoquen, más nos gustan.
¡Mujeres por favor, reaccionemos! Desde hoy digamos ¡BASTA A ESTE TIPO DE HOMBRES! Ahora sí ¡llevo un minuto, y diez segundos libre de la influencia de la droga de los hombres histéricos y seguiré así!
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