Comparto algunas ideas prácticas que pueden ayudarnos a superar el miedo a volver a fracasar en la pareja:

– Elegir una pareja por deseo, no por necesidad

Cuando anhelo encontrar una pareja, nunca debería elegir a alguien motivado por lo que me falta. Tal actitud de elegir por necesidad solo me conduce a esperar que el otro me brinde lo que no tengo. Por ejemplo, alguien que no tiene una autoestima sana, porque no recibió validación de papá o mamá, pretenderá que su compañero/a se la dé. Algo muy distinto es elegir a alguien por deseo. Si estoy bien conmigo mismo y siento que no me falta nada, partiendo de esa base, puedo buscar compartir mi felicidad con otro.

– Procurar estar bien con uno mismo antes de buscar estarlo con alguien más

La primera pareja que debo construir es conmigo mismo. Cuando una persona experimenta placer y conexión interiores, tiene garantizada una manera de relacionarse con el otro mucho más sana.

– Construir sobre la pasión, no sobre la obsesión

Muchos terminan desilusionados y frustrados porque buscan la pareja ideal. Una pareja sana tiene elementos positivos y otros negativos pero se construye fundamentalmente sobre la pasión y no sobre la obsesión. La pasión atrae, la obsesión aleja; la pasión motiva y da libertad; la obsesión trae como resultado la posesión y mata lo más maravilloso de la pareja: elegirse mutuamente.

– Procurar siempre una comunicación amorosa

Una pareja sana se establece con una comunicación amorosa y respetuosa. Las palabras se procesan de forma distinta cuando son expresadas con amor. Cuando le ponemos el ingrediente del amor a nuestras palabras, éstas tienen poder. Cuando, en cambio, volcamos en ellas enojo, rencor, etc., se convierten en un predictor de que esa pareja no va a funcionar. Además, es fundamental aprender a decir “no” sin enojo; de lo contrario, lo que decimos es una invitación al otro a “subirse al ring”.

– Construir el poder de la pareja

Cuando uno domina al otro, decide por el otro o presiona al otro, no hay pareja. Pareja son dos simétricos que se aman y se respetan. La lucha de mucha gente de a dos, que pelea constantemente, suele pasar por temas superficiales que obedecen a esta lógica: quién define la escena, quién es el dueño del poder. Hasta que los dos miembros de una pareja no entiendan que el poder está en ambos, vivirán en una búsqueda constante de ocasiones para aplastar al otro.

En resumen, una pareja es una construcción de a dos, ese tercero que ambos arman y debe ser nutrido con la amistad, la sinceridad y el respeto mutuo. Quien tiene la dicha de construir este tipo de relación no tiene por qué temerle al fracaso.

Leé más en el nuevo libro de Bernardo Stamateas "Calma Emocional", que podés conseguir en cualquier librería del país
Dejanos tus comentarios