¿Llevás años yendo al gym pero no ves resultados? Bueno, lo primero que tenés que hacer es buscar alguien que te asesore, que prepare tus rutinas y te supervise mientras entrenás sin olvidar, por supuesto, complementar con una dieta adecuada que te permita mantenerte saludable y con energía. Ahora bien, si estás haciendo todo esto y aún no lográs el cuerpo que querés, aquí te compartimos estos tips que te permitirán alcanzar tus objetivos.

Mirá:

1. Tomá una taza de café antes de ir a entrenar

La cafeína ayuda a estimular el sistema nervioso lo cual se traduce en una ayuda extra a tu energía antes de  comenzar tu práctica. Además de mejorar tu performance también te ayudará a que disfrutes de los ejercicios y pongas lo mejor de vos en cada movimiento, sea que hagas pesas, bici o pilates.

Con una taza que tomes media hora antes de ir al gym será suficiente para tener un mejor rendimiento.

2. Elongá de manera “dinámica” 

Antes de comenzar debés dedicarle un tiempo al precalentamiento. Al respecto, te recomendamos que pruebes una manera dinámica de elongar, esto es que, en lugar de reposar estático intentando estirar algunos músculos en frío, te muevas en forma constante combinando diferentes movimientos que aumentarán tu temperatura corporal, tu frecuencia cardíaca y permitirán que se vayan calentando las fibras musculares adecuadas para que comiences tu trabajo.

3. Minimizá los tiempos de descanso entre ejercicios

Ya sea que quieras ganar más músculo, perder peso o entrenarte para una carrera, disminuir los tiempos de  descanso entre ejercicios acelerará los resultados. Manteniendo tu frecuencia cardíaca alta podrás incrementar la quema de calorías y llevarás a tus músculos oxígeno nuevo.
El tiempo de descanso dependerá de cada persona, pero como regla base deberías tomar el tiempo que necesites para recuperar la fuerza necesaria para continuar inmediatamente con el ejercicio siguiente. Todo esto con la debida coherencia y supervisión, por supuesto.

4. Conectá mentalmente con los músculos que vas a trabajar

Una manera de hacer que los ejercicios resulten más efectivos es pensar y enfocarse en el músculo que se está trabajando en lugar de que tu mente esté vagando por cualquier otro lado mientras te entrenás. “Todo movimiento muscular comienza en el cerebro”, comenta Adam Rosante a la revista SELF, la fuente de nuestra nota.
Por ejemplo, si estás haciendo sentadillas, concentrate en tus glúteos, imaginalos empoderando cada repetición, esto ayudará a que una mayor cantidad de fibras musculares se activen y trabajen en el proceso.

5. Dale un lugar al HIT en tu entrenamiento

Aunque sea una vez por semana pedile a tu coach que incluya HIT en tu práctica. El entrenamiento de intervalos de alta intensidad -high-intensity interval training o HIIT- consiste en la realización de ejercicios que disparen el ritmo cardíaco seguidos con recuperación activa. Los períodos de máxima potencia oscilan entre los 20 a 90 segundos, en esos momentos tenés que apostar toda tu energía al ejercicio que te hayan dado y luego volvés al descanso -pero no total-
Se trata de una excelente actividad para la pérdida de peso y para mejorar tu resistencia. Aquí tenés un ejemplo de 5 minutos de HIIT:

6. Sincerate: ¿qué estás comiendo?

Y… sí.., este tema no podemos obviarlo. ¿Sabías que los cuerpos que tanto admirás son producto en un 80% de una dieta adecuada para el desgaste físico y la quema de grasas y sólo un 20% de trabajo en el gimnasio?
Por eso, antes de seguir quejándote, o de culpar al gimnasio o al entrenador, hacé una lista de todo lo que comés en un día y andá a ver a un nutricionista para que te oriente bien sobre lo que se debe comer, cómo y cuándo

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